Los remedios del Dr. Edward Bach (1886-1935, Inglaterra), fundador de la reconocida terapia de las flores de Bach, producen resultados que han asombrado a la medicina convencional.
Tras años de práctica como médico, bacteriólogo y homeópata, Eduard Bach llegó a tomar conciencia de que lo que caracterizaba los problemas físicos de las distintas personas no eran tanto los muchos tipos de enfermedades existentes, sino las condiciones psicológicas que las generaban. La enfermedad no es sólo el resultado de trastornos corporales sino que muchas veces tiene su origen en sentimientos y actitudes negativas que bloquean la energía vital de la persona.
La búsqueda de nuevos caminos y años de observación de la naturaleza llevaron a Eduard Bach a su revolucionaria aproximación a la curación a través de la personalidad mediante 38 remedios tomados en su mayoría de la esencia del capullo de diferentes flores silvestres. Su teoría se basa en la idea de que la energía de las flores tiene un efecto regulador sobre el estado psicológico de las personas y que a través de este efecto psíquico en muchos casos también se consigue la mejora de los síntomas físicos.
El hombre es un ser complejo en el que la mente y el cuerpo no pueden tomarse por separado. Para el doctor Bach no quedaban dudas: lo que debía ser curado era el ser humano en su complejidad y no era suficiente conformarse con tapar los síntomas.
Varias décadas después de su descubrimiento, la terapia de las flores de Bach se sigue aplicando con gran éxito. Las flores de Bach no sólo son adecuadas para el tratamiento armonizador psicofísico en enfermedades de todo tipo sino también para ayudar a cuidar la salud y llevar una vida sana.